domingo, 28 de octubre de 2012

Tack

Recuerdo el día que llegó mi segunda maleta. Sé que puede ser una tontería, pero quiero hablar sobre ello.
Serían las cinco de la tare cuando llegué a casa, entré en mi cuarto y vi una caja sobre mi cama, totalmente empaquetada. Recuerdo que en mi mente empezó a formarse la imagen de mi padre en la oficina empaquetándola. Cuando estás fuera de casa esos recuerdos saben a dulce.
La abrí corriendo y encontré mi bolsa roja, que también abrí en menos de cinco segundos. Cuando la tuve abierta me limite a mirarla y me puse a olerla. Recuerdo que Linda me miró raro, supongo que lo entenderá cuando llegue a España. Aquel día yo solo buscaba oler España, oler casa, sentirme más cerca a base del olor de un simple suavizante.
Ahora casa es Suecia. No intento decir que haya olvidado España, ni mucho menos. Simplemente que esto se ha convertido en casa, aunque fuese a corto plazo.
Sé que cuando vaya en el avión de vuelta a España me acordaré de esto. Sé que cuando empieza a deshacer la maleta buscaré el olor del suavizante de Ankie. Sé que los domingos intentaré desayunar tostadas con queso. Sé que cuando note las sábanas de mi cama echaré de menos los nórdicos.
Sé que esto va a ser difícil. 
Pero cuando llegué ya sabía que era para irme.
Vi ses!

martes, 23 de octubre de 2012

El país de los abrazos.

Hoy fue nuestra pequeña fiesta. Nuestro momento. Nuestra despedida.
Ramona, nuestra profe de inglés, decidió hacer un thanks giving diferente este año, especial para los spanska guys, y fue genial.
Todos contribuimos  había muffins, donuts, bizcochos, tiramisú, y todo lo que os podáis imaginar, todo ello sumado a bebida, confeti y como no, música.
No sé ellos, pero yo respiré alegría.
Hubo bailes, discursos, cantos, sonrisas, fotos y abrazos, miles de abrazos.
Hace poco más de dos meses que conozco a esas personas sé que voy a llorar al despedirlos. A veces es inevitable que la gente se te cuele ahí dentro, llamadlo corazón si queréis.
Mereció la pena conocerlos. Merecen la pena.
Me va a costar despedirme del país de los abrazos. Mucho.

lunes, 22 de octubre de 2012

Seis.

















Susi tenía razón. Ha llegado un punto en nuestra relación, en el que podemos estar, tumbados en un sofá sin hacer nada, y sentirnos cómodos.
Somos una especie de familia rara.

Pequeños detalles que marcan la diferencia.

6:57 de la mañana. Cuatro minutos para que salga mi bus, si cojo la bici llegaré demasiado tarde. Corre!
No hubo desayuno. Ni tiempo para peinarme, ni para apenas nada. Salí corriendo de casa para poder coger el bus. Esa fue mi mañana. Eso es lo que pasa si te quedas dormida en Suecia.
8:11 de la mañana. Me acabo de bajar del segundo bus. Debería correr. Corro. El bus 627 acaba de parar. Corre Alba, corre! De repente la música se para y los cascos cuelgan, es todo demasiado rápido, miro detrás y me doy cuenta de que mi móvil se ha caído, y no en cualquier sitio, en el lodo, en un maldito charco de barro, como si no hubiese suficiente prado, como para caerse justo ahí. Veo que un chico se agacha y lo coge, se pringa las manos, me lo da, y de repente, los dos hemos perdido el bus, nos hemos quedado en tierra y por si fuera poco, tenemos las manos llenas de barro. Creo que le repetí unas cuatro veces lo agradecida que estaba y le pedí perdón otras tantas por haberle hecho perder el bus. El también iba a Tibble, el también entraba a las 8:20, tenía tanta prisa como yo. Pero dejó de correr para ayudarme. Ese es uno de los pequeños detalles que marcan la diferencia.
3:12 de la tarde. En el hemkop, Samuel y yo estamos comprando los ingredientes para el kake y ya cuando estamos en la caja, así sin más, se me acerca una señora que nos ha oído hablar español y me dice que lo que voy a comprar es nata y no leche, por si me había equivocado ya que los botes son muy parecidos. No me había equivocado, sabía que aquello era nata, pero me sentí infinitamente agradecida a la señora por preocuparse por unos desconocidos.
Amo Suecia amigos.

jueves, 11 de octubre de 2012

MUSE UPRISING


Frío por fuera. Cálido por dentro.

Hacedme un favor. No creais eso que dice la gente de que Suecia es un país frío. Lo único frío aquí es el clima.
Tal vez la gente no de dos besos al conocerte, pero te dan un abrazo. Prefiero un cálido abrazo que dos besos artificiales.
Yo me esperaba un país poblado de caras serias y distantes, y sin embargo es todo lo contrario. Lo único que tienes que hacer para conseguir una sonrisa es sonreír. No os imagináis la de sonrisas que me han sido devueltas.
He visto gente con el pelo rosa, he visto chicos tocando la guitarra para alegrar el pasillo, he visto a un chico bailando por puro placer, he visto a gente en zuecos por el instituto, he visto practicamente de todo y me encanta. La gente hace lo que quiere hacer y como lo quieren hacer. Les importa más bien poco lo que opinen los demás al respecto, entre otras cosas, por que hagas lo que hagas nadie va a criticarte. Ellos saben que no merece la pena. En España si eres diferente miles de críticas caeran sobre ti. Y sí, todos sabemos que lo más adulto, o mejor dicho lo más inteligente sería olvidar el tema, pero también todos sabemos lo dificil que puede resultar.
Podría seguir poniendo ejemplos, pero mi familia quiere que cenemos juntos. Y yo también.
Esto es otro mundo.
Frío por fuera. Cálido por dentro.

domingo, 7 de octubre de 2012

NORRTÄLJE

A veces me alegro de vivir en mi Norrtälje.
Sí, ese que está a una hora de Stockholm. Ese que está a 50 minutos de Täby. Ese que me hace pasar cada día, al menos unas dos horas en bus. Ese para el que tengo que levantarme a las seis o antes, cada mañana.
Me alegro porque sé que si no estuviera aquí Linda no formaría parte de mi vida, y tampoco Ankie y Lelle. Y les he cogido demasiado cariño como para pensar que tal vez no les habría conocido.
Me gusta Norrtälje porque no es Täby con sus interminables obras, ni Stockholm con su tráfico y su multitud. Solo Norrtälje, con sus prados verdes, con su lago, con su establo de caballos, con su parque, con su mercado anual, con sus buses de biodiesel, con su gente, con casitas y bloques de pisos, con su centro de piedra, con su río, con su piscina de tres metros de profundidad, con su estación, con sus múltiples gatos callejeros, con sus bicis, con su tinding,con su clima, con su gente. Con lo que se ha convertido en mi vida.
Hace sol, aquí en Norrtälje. Raro? Más bien especial.
Me voy a celebrarlo.
Haced el favor de ser felices! Yo lo haré.